martes, 23 de febrero de 2010

Amnesia

Estoy sentado en algún lugar del cementerio. No se como llegué aquí ni porqué me encuentro en este lugar. No puedo recordar mi nombre ni nada de lo ocurrido. Solo sé que este lugar es de alguna manera seguro, aunque no se porque.

La noche sin estrellas es extrañamente silenciosa y la luna apenas flirtea por entre la delgada capa de nubes que cubre el cielo, asomando por alguna de las múltiples rasgaduras que dejan ver el oscuro cielo que se esconde detrás de su manto.

¿Que día es hoy?, no lo sé... ¿Como se llama este lugar?... no puedo recordarlo.

Mi cabeza no para de doler . Al llevarme la mano a la frente siento algo húmedo entre mis dedos.

viernes, 19 de febrero de 2010

Silencio, oscuridad y muerte.

-¿Estas segura de esto?-

Él tenía la esperanza de que ella se retractara, que en el último momento le pidiera que se detuviese y que volvieran juntos a casa...

¿Cual casa?... el banco seguramente ya estaría vaciando lo que quedaba de su hogar para pagar las deudas que día a día se habían acumulado hasta volverse algo imposible de pagar.

 -Tu lo prometiste-Responde ella -no me falles ahora-

 Esta fue una promesa muy extraña que sin embargo aceptó, como hombre, como esposo, estaba obligado a cumplir su promesa a pesar de lo mucho que le disgustara lo que estaba apunto de hacer.

Sacó de su bolsa el último billete que tenía en su poder, el ultimo reducto de dinero de un desempleado y una desempleada que han sucumbido ante una de tantas crisis crisis económicas que aquejan a un país del tercer mundo. Pobres víctimas de una sociedad en el que los individuos no valen como por lo que son, sino por lo que tienen.

Nervioso pagó la cuenta del hotel y ambos ascendieron por las escaleras en busca del cuarto en donde pasarían su última noche.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La Chica Nueva

Cada vez que una persona nueva se une al equipo de trabajo es algo para comentarse, más aun si se trata de una chica joven, hermosa y soltera.

Cuando Betty llegó a la estación "Indios Verdes" del metro de la Ciudad de México pocos fueron los que no le dieron una calurosa bienvenida, algunos podría decirse que demasiado calurosa.

Con su largo vestido floreado hasta la pantorrilla y su saco negro Betty ya estaba acostumbrada a los halagos de hombres que constantemente se mostraban solícitos tan solo para ganar una mirada o una sonrisa.

Presentación

Este blog está dedicado a cuentos sangrientos... No esperen publicaciones continuas y todos los cuentos serán creados por mí.
 
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